En el vasto mundo de la gestión de riesgos, hay una tríada que se alza como los grandes villanos: el lavado
de dinero, la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva. Pero, ¿cómo
podemos luchar contra estos males de manera eficaz y sin perder la cordura en el intento? ¡Con un sistema
de administración de riesgos (SAR) que sea tan astuto como un espía y tan infalible como un superhéroe! Lea el artículo completo aquí